viernes, 22 de julio de 2011

Peces y marionetas

Algunos sueños son muy raros.

Toni iba paseando con una amiga por un lugar rocoso de aquella costa levantina. Llegaron hasta una zona en la que, entre las rocas, se formaba una especie de estanque natural. De repente, un delfín muy extraño asoma la cabeza por encima del nivel del agua, muy cerca de ellos. Inmediatamente, también aparece la cabeza de una gran tortuga. El agua es clara, transparente, más propia de Formentera o del Caribe que de esa parte de la costa...
A través de ella, gracias a su extraordinaria transparencia, la amiga de Toni ve una gran cantidad de peces de todos los colores y tonalidades. Curiosamente, algunos de esos peces tienen un ojo de un color y el otro de uno diferente. Toni pide a su amiga que se quede quieta y que no haga ningún ruido. Ella obedece. Toni se agacha y, hablando cerca de la superficie del agua dice: "¡Vamos!, salid que no hay nadie. No pasa nada. Ya podéis empezar...".
En ese momento, los peces asoman sus cabezas y comienzan un insólito espectáculo de marionetas. Cada uno de ellos sujeta una marioneta con su boca y ponen en escena una asombrosa pantomima de títeres que no hubiese superado el Salzburger Marionettentheater. Los muñecos, además, estaban confeccionados con gran detalle y perfección...

El estupor de la amiga de Toni ante tan singular representación no tiene límites y duda entre ir corriendo a buscar a su hija para que disfrute de algo tan extraordinario o permanecer quieta para no interrumpir la improvisada función. Tras su breve pero intensa duda, decide quedarse por temor a asustar a los peces y estropearlo todo...
Y, como todos los sueños tienen un final (algunos muy amargo, por cierto), la amiga de Toni se despierta antes de que acabe la actuación de aquellos hábiles peces de colores. Sin embargo, su sueño se queda grabado, con extraordinaria precisión, en su mente y hoy, veintiún años después, sigue vivo en la memoria. En alguna memoria, no en todas, claro, que otras tienen cosas más interesantes y, sobre todo, más útiles que recordar.

Un viejo amigo mío, gran conocedor de la obra de Freud y, en especial, de "La Interpretación de los Sueños", me aseguró que no debemos intentar recurrir a ella para encontrar el significado del sueño de la amiga de Toni, sino que la respuesta está en "La Venganza de Don Mendo":

(JORNADA SEGUNDA)

"... y don Pero, que es un pez,
está por vos escamado.
Y como al cabo no es bobo,
de Magdalena abomina
y, lógicamente, opina
que la comedia del robo
solo fue una pantomima..."

No iba descaminado, no, mi amigo. Un par de cambios en los nombres de los personajes de Muñoz Seca y la interpretación es exacta. Tan exacta que, además, fue premonitoria. No sé cómo este genial autor pudo prever con tanta precisión mi futuro. Claro que, también es posible que no hiciera más que contar la historia de la humanidad.

Días después, la amiga de Toni vio, en el mismo pueblo alicantino que fuera escenario de su sueño, un delfín en la playa y una tortuga de ojos brillantes y rojos, que la miraban fijamente.
Yo, que durante mucho tiempo me creí delfín, empiezo a sentirme identificado con la tortuga.

Con el transcurso de los años, la amiga de Toni se olvidó de su sueño. Se olvidó de casi todo: de los delfines, de las tortugas, de los peces... y se olvidó de muchas cosas más. A cambio de olvidar tanto, empezó a recordar lo que nunca había sucedido. Aquellos sueños olvidados fueron origen de cierta literatura poética que se resiste a aceptar la evidencia de que, a veces, las magdalenas son muy indigestas.

Y es que algunos sueños son muy raros. Tan raros como raro es seguir recordándolos hoy, a pesar de todo.

3 comentarios:

Duna dijo...

Hay indigestiones por magdalenas, que son sumamente nocivas para los sueños. Incluso, un estudio que se realizó sobre esto, revela que dan lugar a pesadillas recurrentes.:-)

Duna dijo...

Las indigestiones por magdalenas , son muy perjudiciales para la salud. Un estudio realizado sobre este tema, revela que pueden causar efectos colaterales irreversibles , y pesadillas recurrentes; a la vez amnesia selectiva.Se deben dosificar muy bien, e incluso, es mu sano, casi siempre, prescindir de ellas.:-)

Samael dijo...

Es un sueño que apetece tenerlo; lástima que los sueños sólo se pueden compartir si son realidades deseadas. El sueño, sueño, eso que nos aparece sin mediar nuestra voluntad mientras dormimos, es personal, intransferible y siempre único. Es nuestra posesión más certera.