viernes, 27 de diciembre de 2024

El oro de Belén

La visita de los Reyes Magos a Jesús no está bien documentada. 
A lo largo de los siglos, sobre unas referencias imprecisas (y, a veces, contradictorias), hemos ido construyendo una historia, más o menos coherente, pero con muchas lagunas.
Es normal que sea así, ya que la mayoría de las fuentes de las que disponemos son muy posteriores al momento en el que sucedieron los hechos.

Esto es lo que nos cuenta Mateo, el único evangelista que da noticia del acontecimiento:
"Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle. Al oírlos, el rey Herodes se sobresaltó y con él toda Jerusalén. Convocó a todos los sumos sacerdotes y escribas del pueblo, y por ellos se estuvo informando del lugar donde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: En Belén de Judea, porque así está escrito por medio del profeta: Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres, no, la menor entre los principales clanes de Judá; porque de ti saldrá un caudillo que apacentará a mi pueblo Israel.
Entonces Herodes llamó aparte a los magos y por sus datos precisó el tiempo de la aparición de la estrella. Después, enviándolos a Belén, les dijo: Id e indagad cuidadosamente sobre ese niño; y cuando le encontréis, comunicádmelo, para ir también yo a adorarle. Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría.
Entraron en la casa; vieron al niño con María, su madre, y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra. Y, avisados en sueños que no volvieran donde Herodes, se retiraron a su país por otro camino”.

Mateo ni siquiera dice cuántos eran. Y, además, no olvidemos que, por muy pronto que escribiera su evangelio, tenían que haber pasado varias décadas desde el suceso.

Yo, no sin ciertas dosis de temeridad, he tratado de completar algunas lagunas, con una versión en la que, teniendo en cuenta muchos de los datos generalmente aceptados por la mayoría de los expertos, no parece disparatado creer.

Los magos mencionados por Mateo debieron visitar a Jesús en Belén... pero ¿cuándo? ¿A los pocos días de su nacimiento? ¿Si fue así, por qué Herodes ordenó matar a todos los niños menores de dos años?
Cierto es que pudo pasar algún tiempo desde el encuentro producido en Jerusalén entre Herodes y los ilustres viajeros de Oriente (¿Persia? ¿Babilonia?) y el momento en el que el rey comprendió que los magos le habían burlado, regresando a su país por otro camino... pero, ¿tanto como dos años? Parece demasiado, teniendo en cuenta la proximidad de Belén con la capital de Judea. En este caso, parece razonable deducir que, en el momento de la entrevista en Jerusalén, los viajeros no tenían muy claro cuándo había nacido el "rey de los judíos'. Eso sí justificaría la orden de Herodes.
La otra duda que nos surge, teniendo en cuenta esta segunda opción, es ¿por qué José y su familia se quedaron en Belén y no volvieron, una vez empadronados, a Nazareth?
Lo que sí parece obvio es que no volvieron, ya que, de haberlo hecho, hubiese sido absurdo huir a Egipto dede la lejana Galilea (atravesando, de norte a sur, la peligrosa Judea, con el iracundo Herodes por allí). Dirigirse a Egipto desde Belén sí tiene sentido, pues era alejarse de Jerusalén, viajando en sentido contrario. 

Y aquí surge, en esta breve historia, el tema del oro. Del oro de Belén. Porque los magos que venían del Oriente regalaron a Jesús mirra, incienso... y oro. Simbolismos aparte (hombre, dios y rey), si los tres presentes existieron, dos de ellos (incienso y mirra) eran perecederos. Pero, ¿y el oro? ¿Qué fue de él?
No encuentro explicación más razonable que esta: el oro fue utilizado para costear el viaje y estancia en Egipto, el posterior traslado a Galilea (Nazareth), y, tal vez, el sustento de la familia y los estudios (sin duda los tuvo, y buenos) del propio Jesús. 
Sabemos que José era carpintero, pero, como ocurre en todas las profesiones, los hay de muy distintos niveles. Yo entiendo que el nivel económico de la familia de Jesús era razonablemente bueno. Y apuesto a que el taller de carpintería de José (más tarde heredado por Jesús) era el mejor de Nazareth. Hasta el punto de haber intervenido con su trabajo, y de forma destacada, en las muchas e importantes obras de la cercana Séforis, capital de Galilea, 
En mi modesta (y, por supuesto, discutible) opinión, todo eso tuvo su origen en el oro de los magos del Oriente. Si fue así, toda la familia demostró tener buen sentido y obrar con prudencia y provecho. Bien administrado por José, Jesús y María, el oro que le trajeron los magos fue el soporte económico sobre el que se cimentó la economía familiar.

Jesús no fue pobre. Tampoco rico, aunque es más relevante constatar que no fuera pobre. Pero me quedo más tranquilo con esta explicación (apócrifa, lo reconozco) que me doy a mí mismo del juicioso gobierno patrimonial de la primera familia cristiana de la historia.

Sin embargo, hay un par de cosas que me descolocan.
La primera es esta, escrita por Mateo en su evangelio: "¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle" (sic). 
¿Por qué motivo, venían desde tan lejos unos sabios extranjeros para adorar al 'rey de los judios'? ¿Desde cuando se 'adora' a un rey (y menos a un rey de un reino que no es el tuyo)?
¿Seguro que dijeron eso los magos a Herodes?
Yo creo que o Mateo lo escribió mal (hubiera sido más lógico venir a adorar al 'dios de los judíos' que al 'rey de los judíos')... o los magos de Oriente tenían ganas de provocar a Herodes (hoy, en un lenguaje menos bíblico, diríamos 'de tocarle las narices').
Y le debieron 'pinchar' tanto como para que el energúmeno de Herodes (ya había matado a tres de sus hijos y a un par de sus esposas) organizase lo de los Santos Inocentes. 
Este es, precisamente, el segundo detalle que me llama la atención: Herodes ya estaba en las últimas (murió, según dicen, en el año 4 a. C., lo que sorprende hasta el punto de que eso indica que Jesús nació en el año 4, el 5 o el 6 a. C. –es decir, de él mismo–, pero eso lo analizaremos en otra ocasión para no liarnos con más explicaciones) cuando ordenó la matanza de Belén, por lo que es muy probable que no diera la orden por miedo a perder él su trono, sino pensando en su sucesor, Arquelao. A mí me da que Maltace, madre de Árquelao, tuvo algo que ver en la furibunda reacción de Herodes hacia los pobre niños de Belén...

Misterios de la Navidad. ¡Ah!, y otro día contaremos por qué se celebra el 25 de diciembre.

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