martes, 14 de mayo de 2013

Ecología emocional

En aquel remoto mundo no había problemas ecológicos de carácter medioambiental. Sin embargo, el Gobierno Planetario Unificado (GPU) demostraba una gran preocupación por una nueva corriente libertaria que estaba empezando a propagarse por todas partes y que podía llegar a poner en peligro el control absoluto que el GPU tenía sobre los ciudadanos.
Un grupúsculo emergente que se hacían llamar a sí mismos SL (Sociedad Limitada, según el GPU - que trataba de minimizar la importancia de la revuelta -, y Sentimentales Leales, según la propia denominación de sus componentes) sostenían una revolucionaria teoría que defendía la lealtad a los propios sentimientos, en oposición a la norma establecida por la sociedad (y fomentada por la clase dirigente) que mantenía la doctrina contraria, es decir, que los sentimientos solo eran lícitos en función de su conveniencia práctica (a ser posible, remunerada) y que nunca debían mantenerse vigentes, una vez demostrada su inutilidad para lograr los fines económicos y sociales del individuo, quien debía regirse, en todo momento, por la suprema Ley Orgánica del Interés Personal, máximo instrumento jurídico de un estado que defendía la ambición personal ilimitada como el principio básico de la sociedad.

Tommaso Colombus (seudónimo utilizado por la persona que promovió la definitiva consolidación de las teorías del GPU, quien siempre ocultó en su obra su naturaleza femenina) fue quien impulsó el reciclaje sentimental a gran escala, sosteniendo en su célebre tesis de política social, "Sentimientos Instrumentales" (que tanto éxito tuvo en aquel remoto mundo), que ningún sentimiento era lo suficientemente importante como para que nadie se mantuviese fiel a él, sino que, cumplida su misión temporal, siempre al servicio del beneficio personal del interesado, debía reconvertirse en uno nuevo, utilizando el principio general de que "los sentimientos ni se crean ni se destruyen, solo se transforman".

De igual forma, dejó establecido en su pensamiento filosófico su otro gran axioma, el de la "elasticidad absoluta de la durabilidad de las promesas emitidas" y fue la promotora de la Organización Gubernamental de Compraventa Virtual de Sueños y Emociones (OGCVSE), tan arraigada en la sociedad del remoto mundo.

Era, por tanto, comprensible que un grupo claramente subversivo, como el SL estuviese mal visto por las altas esferas del GPU. Hay que tener en cuenta que el SL se atrevía a defender teorías tan agresivas para el régimen establecido como la que afirmaba que los sentimientos no dependen del interés, sino del corazón, o que no se debe traicionar la lealtad de las promesas ni modificar los sueños en función de las conveniencias particulares del momento.
El SL fue conminado, amenazado y chantajeado desde el poder para que renunciase a sus principios y firmase un documento con una declaración jurada de que no volvería a molestar al GPU ni a sus esbirros, pero, como no podía ser de otra forma, el SL rechazó las presiones y se mantuvo fiel a sus principios, lo que desencadenó una brutal persecución desde todas las instancias del GPU, así como una feroz represión, en la que no se escatimaron medios, cómplices ni pruebas falsas.

Todo fue inútil. El SL no cedió y se enfrentó a los poderosos mecanismos gubernamentales, pese a haber sido tachado por el GPU de terroristas emocionales y otros apelativos similares, acusándoles de unas imaginarias amenazas a la sociedad y, más tarde (en un giro oportunista, ante la ineficacia de la estrategia original), de un absurdo delito continuado de maltrato social...
El silencio administrativo con el que el GPU trató de dar carpetazo al asunto tampoco sirvió de mucho. El SL siguió manteniendo su lealtad sentimental y la fidelidad a sus principios. Nada les hizo cambiar.

Aquel remoto mundo siguió gestionando sus residuos emocionales de acuerdo con la Ley Orgánica del Interés Personal, pero, al menos, quedó alguien que nunca aceptó reciclar sus sueños ni modificar sus sentimientos en beneficio propio. Un sognatore, que diría Peppino di Capri

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